miércoles, 8 de abril de 2009

La cura resulta más mala que la enfermedad...


Aún resuena con dolor este estribillo dentro de mi cabeza. Si hay un sentimiento que supere la indignación sin necesariamente llegar al odio, ese es el que me aflora al pensar como una partida de sinvergüenzas, inhumanos, indolentes y miserables son capaces de jugar con la vida, don divino de las personas, para echarse un par de monedas en sus insaciables bolsillos.

No logro comprender ni imaginarme que es lo que tienen esas bestias por corazón. Cómo es posible que la avaricia sea capaz de borrar cualquier vestigio de ética, hasta el punto de ponerle precio a la vida de los más desdichados, de aquellos a quienes la Seguridad Social no ha alcanzado, de aquellos que en medio de la desesperación compran la muerte de un hijo, de un esposo, de un vecino.

Sólo me queda respirar profundo, inhalar por la nariz y exhalar por la boca, como dice una compañera de trabajo, para evitar hacer un escándalo parecido al que protagonicé cuando me enteré del indulto de Vivian Lubrano.

Es eso, o dejar que los sentimientos depresivos me invadan o que las lágrimas afloren a mis ojos al pensar que esto sucede en mi país, en ese del que El Poeta dijo que estaba en el mismo trayecto del sol, pero que hoy está a oscuras; que era oriundo de la noche, más a plena luz del día se cometen todo tipo de atrocidades; que era sencillamente liviano y sencillamente claro, pero el peso de las injusticias y la sombra de la impunidad son nuestro pan de cada día.

¿A quién culpar? Imagínese, si policía es sinónimo de atracador y sicario; agente de la DNCD de narcotraficante; banquero de estafador; ¿Quién cree usted que será la cabeza pensante detrás de esta barbarie?

Sí, al final tenía razón El Poeta, “Sencillamente tórrido y pateado”, teniendo que soportar las fauces feroces de los chacales que están a nuestro alrededor. “Sencillamente triste y oprimido” bajo el látigo de las iniquidades y la crueldad de unos pocos. “Sinceramente agreste y despoblado” de dignidad humana, de bondad desinteresada, de nobles ideales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario